Marzo 21, 2008: Una poderosa explosión de rayos gamma, detectada el 19 de marzo por el satélite Swift, de la NASA, batió el récord como el objeto más distante que se pudo observar a simple vista.
"Era enorme", dice el investigador principal del satélite Swift, Neil Gehrels, del Centro Goddard para Vuelos Espaciales, de la NASA. "Esta explosión deja fuera de la competencia a cualquiera de las explosiones de rayos gamma que hemos visto hasta ahora".
El Telescopio de Alerta de Explosiones (Burst Alert Telescope, en idioma inglés), que posee el satélite Swift, detectó la explosión a las 2:12 a.m. (hora del Este), del 19 de marzo de 2008, y señaló las coordenadas en la constelación de Boyero. Telescopios ubicados en el espacio y en la Tierra se movieron rápidamente para observar la luminiscencia residual. A dicha explosión se la denominó GRB 080319B y se la calificó entre 5 y 6 en la escala de magnitud visual que usan los astrónomos. (Una estrella de magnitud 6 es la más débil que puede ver el ojo humano; la magnitud 5 es casi tres veces más brillante.)
Más tarde, esa noche, el Telescopio Muy Grande (Very Large Telescope, en idioma inglés), en Chile, y el telescopio Hobby-Eberly, en Texas, midieron el corrimiento al rojo de la explosión como 0,94. El corrimiento al rojo es una medida de la distancia que existe hasta un objeto. Un corrimiento al rojo de 0,94 se traduce en una distancia de 7.500 millones de años luz, lo que significa que la explosión tuvo lugar hace 7.500 millones de años, cuando el universo tenía menos de la mitad de su edad actual y la Tierra aún no se había formado. Esto es más que a mitad de camino del universo visible."Ningún otro objeto o tipo de explosión conocido se podría observar a simple vista a tan inmensa distancia", dice el miembro del equipo científico del Swift, Stephen Holland, del Centro Goddard. "Si alguien estaba mirando en el lugar indicado, en el momento preciso, observó el objeto más distante que jamás hayan visto los ojos humanos, sin ayuda óptica".
La mayoría de las explosiones de rayos gamma ocurren cuando a las estrellas masivas se les termina el combustible nuclear. Sus núcleos colapsan para formar agujeros negros o estrellas de neutrones, produciendo de ese modo una intensa explosión de rayos gamma de alta energía y expulsando chorros de partículas que se mueven por el espacio prácticamente a la velocidad de la luz. Cuando los chorros chocan contra las nubes interestelares de los alrededores, calientan el gas dando lugar a una incandescente visibilidad. Es esta "luminiscencia residual" gaseosa la que fue visible al ojo humano el 19 de marzo.
La luminiscencia residual de GRB 080319B fue 2,5 millones de veces más luminosa que la supernova más luminosa de la que se tenga registro, lo cual la convierte en el objeto intrínsecamente más brillante del universo que haya sido observado jamás por seres humanos. Con anterioridad, el objeto más distante que se observó a simple vista es una galaxia cercana, M33 a una distancia relativamente corta de 2,9 millones de años luz de la Tierra.
El análisis de GRB 080319B apenas está comenzando, así que los astrónomos no saben por qué esta explosión y su luminiscencia residual fueron tan brillantes. Una posibilidad es que la explosión fue más energética que otras, quizás debido a la masa, a la rotación o al campo magnético de la estrella progenitora o de sus chorros. O quizás concentró su energía en un chorro angosto que fue dirigido directamente hacia la Tierra.
GRB 080319B fue una de las cuatro explosiones que Swift detectó el 19 de marzo, lo cual significó todo un récord para Swift en un día. Judith Racusin, de la Universidad Estatal de Pensilvania, y miembro del equipo de ciencia de Swift, comenta: "coincidentemente, la muerte de Arthur C. Clarke parece haber provocado que el universo arda con explosiones de rayos gamma". En verdad, una adecuada despedida.
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